miércoles, 15 de septiembre de 2021

FRANCISCO RUIZ UDIEL

 

 

 

Casa de jengibre

—Versión libre de Hansel y Gretel—

 

  

Antes de emprender el viaje
tomé el único trozo de pan sobrante de la cesta de mimbre,
duro pan de olvido que arrojé en migajas
para iluminar el sendero.

Más allá, en la espesura,
donde hay ramas que languidecen,
niebla esparcida del bostezo en las bocas de los árboles,
lancé algunos mendrugos cual luciérnagas desterradas
hacia cualquier parte.

Y ya perdido, definitivamente perdido con mi corazón
de leñador que transita en la humedad del bosque,
decidí dormir un poco
para soñar que el Diablo me ofrecía piedras,
y así, convertirlas en algún bocado.

Pero el sueño es tarde que apacigua al trigo,
y cuando desperté, la ausencia recorría,
como el agua,
aquel camino que un día conoció el pan.

Tras de mí no queda nada:
sólo un aleteo de sombras
y el ruido de pájaros insomnes que, hambrientos,
van borrando mis huellas.

  

De: “Memorias del agua”

 

 

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