viernes, 28 de enero de 2022

IGNACIO VERDUGO CAVADA

 

  

el organillero

y al volver al conventillo
donde jamás entra el sol
bajo la luz de un farol
llora, llora el organillo.
una manta, ya sin brillo,

lo cubre con tierno afán,
y parece el ademán
de cada harapo que cuelga,
o una bandera de huelga
o un brazo que pide pan…

 

 

 

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