Voces
en un cementerio sueco
Las
voces confundidas con el crujido de las hojas
bajo mis zapatos por los senderos entre las tumbas
una mañana de domingo y madreselvas
en un cementerio solitario, eran antiguas
como las lápidas: Gunilda Nilsson 1818 -decίan-
Johan Gadd 1825 Olaus Söderling 1816 -decίan-
decίan las voces en la piedra y en el musgo oscuro,
foráneas y desconocidas para mί el extranjero,
Behrens 1854 Ohlson 1823 Göransson 1827,
y sin embargo en ellas pude reconocer las voces
de los que una vez amé y enmudecieron,
como el sonido de las hojas bajo mis zapatos
que se apaga mientras me alejo entre las tumbas.
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