Y el
verbo se hizo carne
En
el principio
El primer poeta aulló como un lobo
Después apareció la sílaba
Y en su juego laberíntico
Fueron nombradas las cosas
En
un amanecer
De un lugar sin cercanías
Donde el tiempo es materia vaga
Y no cuentan las horas
Asisto bajo el crepúsculo
A un nuevo rito
En el cual la carne se ha hecho verbo
No hay comentarios:
Publicar un comentario