Llovizna
Ahora
que ha parado de llover,
que
las tormentas duermen
y
los mares no se derraman,
el
cielo vuelve a descansar
sobre
las montañas.
Ahora
que se escurren los miedos,
con
este sol que no parece invierno,
la
ciudad,
aún
dormida,
camina
entre el café colado
y la
indiferencia.
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