53
Nómbrate
vaga
memoria de los sueños,
nómbrate,
por fin,
y
atrévete a tenernos.
No
temas,
somos
tu corazón en los almendros,
somos
tu voz de carne y hueso,
no
temas,
nómbrate.
Nómbrate
y te
cuidaremos.
De:
“Un nombre con olor a almizcle y a gardenias”
No hay comentarios:
Publicar un comentario