iii.
Las
ráfagas
No del amor se enamora el amante,
ni de nadie, sino de la nostalgia del amor
Yolanda Pantin
Hay
quien guarda
arboledas en lo que calla
En
algunas ocasiones
uno percute su silencio
y -de haber-
sus raíces
¿Dónde
quedó el árbol
que se inclinaba con nuestras ráfagas?
A
oscuras la nostalgia
de las ramas huracanadas que fuimos
se tropiezan con esta cama
-de un cedro anterior-
(para
Antonio Trujillo)
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