viernes, 11 de noviembre de 2022

ULISSE CASARTELLI

 

  

Por una sonrisa

 

 

Irina entra con el rostro helado

enojada se mueve bruscamente,

le agradezco siempre

y sin mirarme

sale de la habitación.

Así en la comida, igual en la cena.

Irina no ve a quién tiene alrededor,

un cocodrilo le come el estómago.

Leo su nombre en la credencial,

como hago con todos,

y pregunto:

—¡Irina! ¡Qué bonito nombre! ¿Sabes qué significa?

—No –y azota la puerta.

A la hora de la comida le digo:

—Irina significa paz, ¿lo sabías?

—No –y azota la puerta.

A la hora de cenar se me acaban las bromas,

el cocodrilo de Irina es más fuerte que yo.

Y entonces me pregunto,

qué otro cocodrilo tendrá en el corazón.

—Irina, ¿quién te ha robado la sonrisa?

Ella responde irritada:

—En mi país soy maestra, acá limpio.

Para consolarla le respondo:

—Yo soy Psicoterapeuta Integrativo y hago trabajo agrícola, a veces pateo las paredes, pero ¿qué más puedo hacer?

Nos fumamos un cigarrillo juntos

Ella desliza el celular y me enseña la foto de su hija;

de pronto recupera el color, un milagro.

El sentido regresa, en la limpieza, en el dolor, en la humillación de trabajar hincados.

—Con ella eres una buena maestra

Irina finalmente sonríe.

—Sí, con mi ángel sí.

  

Versión de Hiram Barrios

 

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