(Escucho
a Borges citar al místico persa al-Kubra
quien celebra haber recibido de Dios
el lenguaje de los pájaros
«La alabanza a Dios, que nos enseñó el lenguaje de los pájaros»)
Lenguaje
que se traduce en un favor manifiesto
no en una celebración primaveral,
sí en una exaltación de las ramas secas que no se mueven
e irisadas de respeto convocan a mirar el árbol beatificado
por la presencia de la Virgen
Así,
algunos pájaros celebran exaltados la unión transformante
Y,
otros pájaros el amor embriagado
Y,
otros pájaros nostálgicos por la rosa,
…………….con el alma ansiosa por la Belleza divina
Diríase
que he hallado un jardín sobrenatural…… y sintiendo……un aire vivificador
me alcanza
el canto desconsolado de un ruiseñor
Siento
el llamado de una voz triste y desgarradora,
en lo alto del árbol de las ramas secas
Es la voz de la afligida Filomena
—nombre dado por San Juan al ruiseñor quejoso—
la tórtola enamorada de Lope de Vega,
hasta convertir en alborozado cántico extático
su miserable canto dolido por desamor
Ese
dolido canto corroe el pecho de la diminuta Virgen
y abate al árbol de las ramas secas
De:
“La virgen del árbol seco”
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