Puna
me
detengo en el arenal
ha
sido un viaje largo
y el
camino un témpano
para
qué el regreso
el viento
notable no será capturado
ni la extensión
de la montaña
solo
el pedruzco y la aspereza
es
inhóspito el escarpado del volcán
tan
cerca del glaciar amor mío
cómo
he podido soportar esta escarcha en el oído
el
tímpano
con
sus tambores bramándome en el páramo
cómo
he podido
ocultar
con mi mano este desierto
y
aún este lobo
el
arenal es colosal y permanente
nuestras
huellas
desaparecen
a la primera ventisca
igual
que las pisadas del hielero
vivo
aquí este frío traslúcido
donde
no cabe una pelusa
que
cobije la memporia
en
la puna hirsuta
un
hilván de viculas rojizas y doradas
un hilo de
hervíboros nerviosos
recuerda
nuestros últimos relámpagos
grietas
inaudibles se encubren en la altura
y
así minúsculos tulipanes andinos
la
puna es un cementerio
y
también el fin de un viaje
cruje
el glaciar
la
tumba de mi amor
en
tus ojos helados
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