La estética del silencio*
La
poesía
es el
silencio afuera del 13 piso
de
la composición de Jhon Cage de cuatro minutos, treinta y tres
segundos
la
cual compongo junto
con
las notas del cuervo en los cables eléctricos
con
las nubes esparciéndose arriba en lo alto
y
los árboles agitados por el viento allá abajo
o el
silencio de un ventilador eléctrico girando en la recamara
del
sonido de agua goteando en el baño
de
los libros en el escritorio hablando entre ellos
o
del sudor cómplice de dos cuerpos brillantes
El
silencio a las tres de la tarde no es como el silencio a
las
cinco de la mañana
Ni
mucho menos como el silencio a medianoche
El
silencio de las tres de la tarde es un breve, pretencioso
silencio,
ante una explosión de dolor
El
silencio de una madre esperando que sus hijos regresen a casa
después
de la escuela
del
esperado minuto antes de las oraciones vespertinas
de
no tener nada sino silencio al lado de las obras en un acto de Beckett
del
intermedio entre dos movimientos en un concierto
de
las galerías exhibiendo solo espacios vacíos
y
espacios vacíos
de
un hombre detenido ante un cassette tocando frente a
una
nueva tumba
en
un cementerio al atardecer
de
la herida que se pensaba cicatrizaría
de
la angustia que se pensaba aminoraría
de
los gritos que se pensaba iban a silenciarse
El
silencio del poeta contemplando un nuevo poema
O
del sentimiento de estar sin manos al ser desnudado
por
el nuevo poema
De
todo lo que puede decirse, nombrarse, pero ya no más requerirse
Porque
ya es silencio el sonido de las palabras pronunciadas.
* Título de un ensayo de Susan Sontag
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