Pequeña
madre
Pequeña
madre,
Reina
del Desconsuelo,
te
guardo a la sombra
de
mi corazón. Allí,
el
viento que te llevó
regresa
con
tu aroma a noche y a destierro.
Todo
era oscuro y era triste
y
nadie sabía qué hacer
con
tanto.
Los
días de la noche
te
siento aquí,
me
doy cuenta de
que
estás aquí;
por
el silencio de tus pies;
cuando
apagan
tus
manos el mundo.
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