Voy hacia la
luz que me trasciende,
hacia
la palabra trascendida sin buscarte
y
allí estás oculto en tu agua,
en
el secreto ejercicio
de
tomarnos por la mano,
yo
hijo y tú hierba voraz contra el viento.
Extrañas
oraciones que de tu boca sigo amando
y
que en mí bajan como animal enorme,
palabra-mamífero
hecha de sorpresas.
De: “Existe
algún lugar en donde nadie”.
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