sábado, 10 de mayo de 2014

MARCIA ONDINA MANTILLA


 
 

Relativo



 

Este silencio es relativo

porque puedo escuchar con nitidez

la segundea del reloj

las voces que llegan hasta mí

como un murmullo

el ruido del televisor

de alguna casa vecina.

Es el silencio de una noche

que aún no termina

de adormecer la ciudad.

Cuando el reloj marque las doce

y sean muchos más

los vencidos por el sueño

continuará

su inquebrantable relatividad.

Llegará la madrugada

con sus acostumbrados sonidos

el canto de los gallos

los transeúntes rumbo a su quehacer

pasando ante mi puerta

la carreta con leña

los deportistas que madrugan

y en mi habitación

me atrapará la mañana.

 

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