domingo, 27 de julio de 2014

RAMÓN FELIPE MEDINA

 

También

 
También en la mañana es la tristeza
un pájaro que muerde las entrañas,
para robarle al día
la luz de sus albores,
dejando como un hueco sin fondo de nostalgias.
También en la mañana es la tristeza
un pájaro de hielo que se triza,
porque la muerte llega
sobre un recién nacido
y deja sus venitas congeladas.
Lo sé, porque ha llegado con el aire
el ángel cuyo dardo misterioso
penetra con sigilo
al fondo del aljibe,
donde el presagio hiere nuestras almas.
Y por mis venas, con glacial premura,
un río de tristeza hacia la muerte
avanza, mientras suelta
sus últimos fulgores
la estrella del albor hasta quedarse en nada.

 

 

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