miércoles, 24 de mayo de 2017

MARGARITO CUÉLLAR



 
Poética de la silla



Espalda y silla se parecen
quizá fueron parientes algún día.
Una noche, es posible
la silla veló el sueño de mi espalda.
Una mañana antigua corrimos en seis pies
por los parques del mundo,
unas horas quizá fuimos felices
en el idioma del relámpago.


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