He querido prolongar la escena
Esa vez
que me escapé
a
respirar en el jadeo eterno de la costa
hallé
una cortina blanquizca
velando
el espectro de ese asma.
El
pecho se me llenó de brisa
en la
primera inhalación
y fue
como haber renacido los ojos
la luz
como nunca atravesando el iris
iridiscente.
Pude
navegar sólo paseando
develar
el camino a zancadas
ver un
sol colarse
como
arponeando el aire.
Los
ecos del romper invisible
de las
olas fantasmas
encontraron
respuesta en mi otro pulso.
He
querido prolongar la escena. Desde entonces
me
escapo todo el tiempo.
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