jueves, 30 de noviembre de 2017

LEONARDO VARELA



  
Vencer al Minotauro



De la valiente Ariadna no pude retener sino el oro más fino de sus cabellos
Celoso por el padre que la desposaría con la muerte,
me adentré en la ciudad
sin saber qué recodo de mi sombra ayudaría a vencer al Minotauro
Consciente de haber sido una esperanza nada más, fruto
de la inconsciencia heroica,
a seiscientas doncellas que serían sacrificadas
las hice mis esposas. Discretamente ungido
por sus besos, me deslice en la noche, tembloroso
y ebrio, desvelado
por las arpas que el viento tañía entre sus muslos
y la miel que vertieron en sus labios
Llegué hasta aquí, pero me siento solo y aburrido
Extraño vuestros mantos, los peines delicados
con que ordenáis el tiempo, vuestros raros perfumes
Sería tan hermoso
ser el más miserable de todos los esclavos



De: “Palabras para sobrevivir en el desierto”

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