Inmigrantes
a
Raúl Zurita
Ande
que ande,
porteño,
aún
desde su más cósmica altura
jamás
atisbaremos
una
sola molécula de aquel marparadiso,
atravesado
por los
Canessa, los Migliaro
o los
Ferrero.
¿Alucinaste
alguna
vez la espuma fiera
cual
níveo látigo
acontraproa
del carguero. El miraje a distancia
de
nuestros ancestros boceteando
con el
iris el croma de otras costas
mientras
rumiaban autistas
la eufonía
spagnola?.
Il mare
sotto mile di pensieri
que
intersectaban temor con amor/ ilusión con magonne
y la
incertidumbre que embarga
la raíz
algebraica del primer inmigrante. Sin duda
en
infancia
audición
omnisensorial del quimérico enrumbar
vespuciando
delfines en súbito coletazo al aire,
morar
en mirar de un puerto ajeno.
Este
inservible catalejo in terra nostra versa a la sombra
del
sentir del puberpadre, de la niñamadre
lontano
di la sua bella italia. Nosotros ni utopía en
vientre.
Si fa
la américa ignorando que les brotarán faunos y lemures,
años/
siglos después en la progenie.
He
imaginado aquel mar hermético como esta página,
su
incerteza
cual el
pasmo al enrumbar por las acuosas estepas
nascotas
in the poetry. Nuestro asombro
semejante
aquel otro de antaño cuando emergen como
orcas
palabras
que no
sólo son palabras
mientras
se prosigue el viaje
a
sabiendas que
en la
otra margen
-
vitanova -
la
muerte ya no
espera.
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