miércoles, 24 de julio de 2019

ROSABETTY MUÑOZ





La elevación



El vendaval que dejó la santa
                       al elevarse.
Despojada de sí.
Cerúleo el rostro.
Transformada y bella.
Me sorprendió encontrarla, al otro día
donde mismo. Cansada.
Con algunas arrugas cerca de los ojos
y, sobre todo,
subiendo desganada al pedestal.
Quiero decir (parecía)
cansada de la perfección
tratando de confundirse con los feligreses.



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