VI
Cuánto
de amor, amor, hay en la tierra
y
en la sangre que adsorbe la tierra
cuánto
de amor desperdiciado
Por
amor se destrozan alas incipientes
descienden
del vuelo primoroso
que
ilumina los más hondos sentidos
cosas
que ven los que sueñan
en
lejanas estrellas
para
que adornen madrugadas
sábanas
frías recién dispuestas
preámbulo
de nupcias que nunca llega
pies
cubiertos de barro
trazo
profundo entre suspiros
sirven
de guía sinuosas brechas
desinhibidas
hacen ocurrentes
horas
que robadas al sueño
dibujan
hacedores de fantasías
Desde
el último árbol amarillo
llueven
plumas de sus alas
refugio
de miríadas descomponen,
amor,
el triste destino del que parte
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