De
negras sombras pavoroso manto
De
negras sombras pavoroso manto
lúgubre
envuelto el ancho firmamento:
cruje
la ceiba al sacudirla el viento,
rimbomba
el trueno con horrendo espanto.
Gime
la humanidad y todo cuanto
respira
¡ay triste! en tan fatal momento.
Romperse
quiere con fragor violento
el
Orbe todo, ante fracaso tanto.
Yo
entonces solo, con incierta huella,
busco
la salvación ¡oh! si la alcanzo
a la
trémula luz de alguna estrella.
Allá
en la oscuridad diviso el puerto...
corro...
llego... un abismo ¡Oh, Dios! me lanzo
y al
rodar por las peñas me despierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario