Quizás
no seamos
descendientes
de alabadas dinastías,
quizás no con el cuerpo
sino con la electricidad
húmeda
de las naves y los platillos volantes
pueda accederse allí,
indefinido allí
que define el choque entre dos crótalos.
Pueden
afirmarse los adverbios
y su afirmación será duda siempre:
ante la lucidez del dromedario
sólo queda replegarse.
De:
“La lucidez del dromedario”
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