miércoles, 21 de septiembre de 2022

TANIA GANITSKY

 

 

 

Aprendizaje

En memoria de Lía, mi abuela

 

 

Asistimos a la cena de los viernes.
Mi mirada se aferra a los dos candelabros de plata
en el centro de la mesa
hasta que su espalda se encorva
y creo que va a besar el frutero o a recoger una ciruela
con la boca.
Oigo chispear el mechero varias veces
hasta que inicia la oración.
Aprendí del sabbat que hay diferentes lenguajes:
uno en que nos dicen en qué puesto sentarnos,
y otro que viene del fuego,
dirigido y verdadero.

 

 

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