martes, 1 de abril de 2025

JAVIER LORENZO CANDEL

 

 


  

Silencio

 


Rescatar cada parte de ti que se desnuda,

y hacer ofrenda.

Entregar a la calma el tiempo de quererte,

abastecer de bálsamo la zona más externa de tu cuerpo,

y dejar que se extienda hacia mi cuerpo.

Posar la omnipresencia del vestido encima de la cama,

que las prendas conquisten su quietud

que no vistan a nadie.

Y hacer de tu desnudo voz de canto.

 

Y dime cómo entonces traer el tiempo lento,

que se apaguen las horas de todos los relojes,

que no sea consciencia ni retén este fulgor purísimo,

este sentirte, despojándonos ambos del misterio

de un viernes que se apaga

para depositarnos sin límite en un sueño

de cuerpos que se sienten.

 

Dime de qué manera en esta noche

podemos comenzar, descubierto el rumor de lo que somos,

desde lo que hemos sido.

 

No hay nada que nos venza,

no hay miedo ni hay talud,

todo lo fragmentario se convierte

en un hilo de cuerpos,

La luna está ahí arriba, y es bastante.

 

 

   En la cocina quedan los platos de la cena

como una lejanía. Lo cercano es tu olor,

mi búsqueda de ti, y alternativamente tu búsqueda de mí,

nuestro delirio.

La palabra es ahora un error que se cuela

entre las sábanas, parece que dijiste.

Silencio.

Un rotundo silencio y un tiempo protegido para lo que nos queda.

 

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