martes, 23 de septiembre de 2025

VANIA VARGAS

 


 

Tres fantasmas sin Navidad

El fantasma del pasado

 

 

Una de todas las mujeres que he sido

me esperaba en casa

hace algunas noches

como un pariente lejano e indeseable

que pareciera reconocer cierto derecho

sobre los espacios que ha habitado

 

Con una familiaridad amenazante

se acomodó en silencio frente a mí

y después de observarlo todo

empezó a desempacar

con las manos sucias

los miedos / las dudas /el caos

todo eso que habíamos dejado enterrado

la última noche que la vi

 

No quise preguntarle cómo estaba

la conozco demasiado bien

 

Permanecí en silencio /viéndola con angustia

esperando que dijera

qué la traía de regreso / dónde estuvo

qué sucedió con lo que habíamos comprendido

cuándo pensaba marcharse

 

Y pasé varios días tratando de encontrar

las palabras para explicarle

que no vuelve la piel que abandonamos

y que se desintegra con el viento

 

a menos que no sea piel

que no se vuelve a lo que uno fue

como quien despierta por un mal movimiento

 

a menos que ella sea lo que niego

y sigo siendo

la que me acecha cada vez que se mueve el sol

 

Entonces una noche al volver a la casa

revuelta por su presencia

la obligué a levantarse / le serví agua

le encendí una vela / me senté a escribirle

 

Le pregunté por las otras / si las había visto en el camino

 

Si pensaba volver la que se largó porque un día

cuando se creyó a salvo

descubrió a la ternura agonizando entre sus brazos

 

Y cuando levanté la vista ya no estaba

solo bailaba una columna de humo

trazando momentáneamente un camino

que se iba perdiendo de vuelta en la nada.

 

De: “Amor maduro busca”

 

 

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