jueves, 24 de enero de 2019

CARLOS MANUEL VILLALOBOS





Los dragones de la noche



Si uno pudiera estar despierto cuando duerme, vería al ángel guardián combatiendo a muerte con la muerte. Entonces uno podría advertirle que no gaste el filo de la espada en vano. Que no es la muerte la que vuela zumbando por el cuarto, que es un pequeño dragón de patas largas. Pero el ángel de la guarda no lo sabe y se asusta y casi siempre pierde la batalla. Es por eso que cada noche hay fiesta de vampiros brindando con nuestra sangre, y hay un ángel escondido en el armario que alucina con el rugido de los leones y la muerte volando sobre la cama.

¿Quién zumba en la sombra siseando la culpa?
¿Qué bronco relajo me clava las uñas en el sueño?

¿Qué acertijo de dragón sonámbulo
busca en vano una espada que
le alumbre el camino hacia la muerte?

¿Quién está tocando las trompetas de la guerra?

¿Quién este ser de zancudos gritos que
aturde con su vuelo los insomnios?

¿Quién es esta criatura de zigzag sonoro
que busca mi piel desnuda para besarse con mi sangre?

¿Quién este pequeño vampiro con pecho de gato
que salta por las noches
y asusta el ángel que me guarda?


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