No
temas
Mi
alma es como el río tranquilo.
Si
tienes sed, él te dará agua fresca.
Si
te enfureces y con furia arrojas una piedra en él, te devolverá, al sumergirse
entre sus aguas, una flor blanca y transparente que alegrará tus ojos y quitará
tu cólera.
Así
mi alma.
Si
en tu odio le arrojas insultos, te devolverá flores de piedad y amor, y entre
más grande sea la ofensa que le hagas, más grandes y hermosas flores te dará.
Ven,
no temas, tienes sed de cariño.
Te
arrullaré entre mis brazos como a un hijo, y si la vida y los desengaños te han
amargado, yo, con manos de madre, te daré mis flores y arrancaré las espinas
emponzoñadas que tengas en el corazón.
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