Efectos
especiales #2
¿El
nuevo enemigo de siempre? el capitalismo, los días largos y la gastritis. Escribes
poesía porque un día algo te abdujo y te dejó lejos. La mayoría de testimonios
describen ese momento como algo confuso e innecesario. Sin embargo, desde mil
novecientos sesenta y siete se han reportado muchas más abducciones de vacas
que de humanos, haciéndonos reflexionar sobre nuestra verdadera importancia
dentro de la poesía. Varias investigaciones de la etnología moderna han tratado
de explicar el surgimiento de la poesía en nuestra especie, dando lugar a
hipótesis que van y vienen del misterio. Algunas evidencias sugieren que la
poesía comenzó a evolucionar en los cantos que acompañaban la recolección. Esto
resuelve el grado de vecindad que existe entre comer una mandarina, sentado
bajo el sol y escribir un libro de poemas. El registro fósil, en cambio, nos
invita a pensar que la poesía se inventó para recordar los caminos secundarios.
Los neumólogos son mucho más concretos: la poesía es el perfeccionamiento del
aire. En cualquier caso, no importa. Todas las preguntas por el origen son las
preguntas que no le hiciste a tu mamá. Lo que sí importa es el final. Una de
las grabaciones más interesantes en la historia del sonido (mil novecientos
setenta y siete) involucra un periodista y una forma de vida poliamorosa que dice
en acento argentino que de lo que se trata es de hacerle cosas raras al
lenguaje. Raras y definitivas. A veces lo haces y a veces no. Y está bien. Escribe
sin prisa, toma más agua, sueña conmigo. Aplana la tierra poniéndola debajo del
colchón. Alunizar es algo que tú también puedes sentir.
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