sábado, 1 de marzo de 2014

FRANCISCO PINO



A la deriva



Flotar;
no se tiene la sensación de flotar.
Pero cuando recordamos fluidamente,
pero cuando no recordamos fluidamente;
en las horas en que dormidos;
allá, a la deriva,
allá, en la calma corriente de un río...
Nuevamente en la ribera, entre los verdes juncos descansa mi corazón.
¿Qué mano le acercará?
¿Qué mano se le acercará?
¿Por donde ha venido mi corazón?

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