lunes, 26 de enero de 2015

MANUEL ACUÑA




 A un arroyo

 

 Cuando todo era flores tu camino,
 cuando todo era pájaros tu ambiente,
 cediendo de tu curso a la pendiente
 todo era en ti fugaz y repentino.

 Vino el invierno con sus nieblas vino
 el hielo que hoy estanca tu corriente,
 y en situación tan triste y diferente
 ni aún un pálido sol te da el destino.

 Y así en la vida el incesante vuelo
 mientras que todo es ilusión, avanza
 en sólo una hora cuanto mide el cielo.

 Y cuando el duelo asoma en lontananza
 entonces como tú cambiada en hielo
 no puedes reflejar ni la esperanza.

 

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