Nunca
de amor estuve tan contento,
que en su loor mis versos ocupase:
ni a nadie aconsejé que se engañase
buscando en el amor contentamiento.
que en su loor mis versos ocupase:
ni a nadie aconsejé que se engañase
buscando en el amor contentamiento.
Esto
siempre juzgó mi entendimiento,
que deste mal todo hombre se guardase;
y así porque esta ley se conservase,
holgué de ser a todos escarmiento.
que deste mal todo hombre se guardase;
y así porque esta ley se conservase,
holgué de ser a todos escarmiento.
¡Oh!
vosotros que andáis tras mis escritos,
gustando de leer tormentos tristes,
según que por amar son infinitos;
gustando de leer tormentos tristes,
según que por amar son infinitos;
mis
versos son deciros: «¡Oh! benditos
los que de Dios tan gran merced hubistes,
que del poder de amor fuésedes quitos».
los que de Dios tan gran merced hubistes,
que del poder de amor fuésedes quitos».
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