Cuando
me mira los faroles rojos
en la orilla del mar,
mi pescador, el de profundos ojos,
pone sus negras redes a pescar.
en la orilla del mar,
mi pescador, el de profundos ojos,
pone sus negras redes a pescar.
( El
mar ante la noche se ilumina,
y sus olas doradas, al nacer,
florecen como un ansia repentina
en ojos de mujer. )
y sus olas doradas, al nacer,
florecen como un ansia repentina
en ojos de mujer. )
Pez
de luna bruñida no se pesca,
pescador.
Agua del golfo, la ondulada y fresca,
deja que riegue la orilla con amor.
pescador.
Agua del golfo, la ondulada y fresca,
deja que riegue la orilla con amor.
No
persigas la forma del lucero,
que ni el agua dormida la dará;
si él, como un sonámbulo viajero,
sólo viene y se va.
que ni el agua dormida la dará;
si él, como un sonámbulo viajero,
sólo viene y se va.
Que,
pobres, las corrientes y la charca
encierran ilusión,
y ajenos al peligro de tu barca
vienen sueños de luz al corazón.
encierran ilusión,
y ajenos al peligro de tu barca
vienen sueños de luz al corazón.
Con
los ojos, ya tímidos, escarbas
en los mares rebeldes a cincel,
y puede correr llanto por tus barbas
de serpientes de miel.
en los mares rebeldes a cincel,
y puede correr llanto por tus barbas
de serpientes de miel.
El
agua misma, la ondulada y fresca,
ponga un poco de sol en tu dolor.
¡Pez de luna bruñida no se pesca,
pescador!
ponga un poco de sol en tu dolor.
¡Pez de luna bruñida no se pesca,
pescador!
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