Oda a
la tarde del 31 de diciembre
No
sé,
pero algo tienes tú que ver conmigo,
tarde del 31 de diciembre,
retal del año que le sobra a todo el mundo.
pero algo tienes tú que ver conmigo,
tarde del 31 de diciembre,
retal del año que le sobra a todo el mundo.
No
eres más que el recuerdo de un pasado festivo
y la espera de las ilusionadas
luces del Tiempo Nuevo: paréntesis vacío
–la gente, fatigada y como ausente,
tirada en un sillón– entre dos sueños.
y la espera de las ilusionadas
luces del Tiempo Nuevo: paréntesis vacío
–la gente, fatigada y como ausente,
tirada en un sillón– entre dos sueños.
No
sé, pero estas cosas –cansancio, copas sucias
en un rincón, ese silencio inmóvil,
ese in-vivir entre un ayer resplandeciente
y la luz y la música de una vida distinta–,
de alguna forma extraña,
no sé, se me parecen a mi vida.
en un rincón, ese silencio inmóvil,
ese in-vivir entre un ayer resplandeciente
y la luz y la música de una vida distinta–,
de alguna forma extraña,
no sé, se me parecen a mi vida.
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