Cómo
te parecías ya de niña
al
oro en el desierto
qué
breves tus grandes ojos azogados
en la
costa del alba
anterior
a la lanza del jinete
fuiste
un galeón de cuarzos
de
peces bajo el árbol de la infancia
por
qué tu mano
que
algún tiempo fue nardo del deseo
ha
venido a dar refugio a los buitres
en
qué mares se te hizo rabia el cuerpo
De: Namasaga
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