lunes, 15 de mayo de 2017

EFRÉN REBOLLEDO




En las tinieblas



El crespón de la sombra más profunda
Arrebuja mi lecho afortunado,
Y ciñendo tus formas a mi lado
De pasión te estremeces moribunda.
Tu cabello balsámico circunda
Los lirios de tu rostro delicado,
Y al flotar por mis dedos destrenzado
De más capuz el tálamo se inunda.
Vibra el alma en mi mano palpitante
Al palpar tu melena lujuriante,
Surca sedosos piélagos de aromas,
Busca ocultos jardines de delicias,
Y cubriendo las flores y las pomas
Nievan calladamente mis caricias.


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