Alquimia
Transformar un silencio
en sumergido sollozo,
ceder al punto débil de la sal que es la noche
cuando me acuerdo: ¿cómo era ver tus pies descalzos
recargados en mi sillón, tú boca abajo,
celebrando la tranquilidad de mediatarde?
Ese halo de luz que se colaba a las 4:00
era el soplo final
en la receta de tu Alquimia.
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