Hendidura
Se
rasga una superficie pero nadie sabe,
la cima
está en la textura misma y no hay quien lo advierta.
En la
alcantarilla hay milímetros expandiéndose
inútilmente,
se agitan las formas espaciales en
el
reflejo de la hendidura, en su vertedero, en su derramarse todo
en el
vacío. Ahí están las huellas buscadas, en esa innecesaria
corriente
de miligramos que van incrustándose de migaja en migaja.
Impera
el precipicio desde ahí, olvida la barranca, el acantilado;
en las
inmundicias está la catástrofe, el derrumbe inicia en su desfase,
en el
monstruoso engranaje de la materia. Ahí estás tú.
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