Oda al amor
Una
tarde que ya nunca olvidarás
llega
a tu casa y se sienta a la mesa.
Poco
a poco tendrá un lugar en cada habitación,
en
las paredes y los muebles estarán sus huellas,
destenderá
tu cama y ahuecará la almohada.
Los
libros de la biblioteca, precioso tejido de años,
se
acomodarán a su gusto y semejanza,
cambiarán
de lugar las fotos
Otros
ojos mirarán tus costumbres,
tu
ir y venir entre paredes y abrazos
y
serán distintos los ruidos cotidianos y los olores.
Cualquier
tarde que ya nunca olvidarás
el
que desbarató tu casa y habitó tus cosas
saldrá
por la puerta sin decir adiós.
Deberás
comenzar a hacer de nuevo la casa,
reacomodar
los muebles, limpiar las paredes,
cambiar
las cerraduras, romper los retratos,
barrerlo
todo y seguir viviendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario