Décima
Mira
tú qué territorio
entre
tu pecho y el mío,
de
sur a norte, baldío,
y
en su centro, enterratorio.
Hay
un cerco transitorio
que
nos mantiene sin vuelo.
En
la huerta de mi anhelo,
vieras
tu, Juan, que locura,
tanta
naranja madura
tanto
limón por el suelo.
De: “Serenata”
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