Siria
Oh,
hermosa y feliz Siria
como una chimenea en enero.
Oh, miserable Siria
como un hueso entre los dientes de un perro.
Oh, cruel Siria
como un bisturí en la mano de un cirujano.
Somos tus buenos hijos
que han comido tu pan, tus aceitunas y tus látigos
siempre te llevaremos a los manantiales.
Siempre secaremos tu sangre con nuestros dedos verdes
y tus lágrimas en nuestros labios secos.
Allanaremos el camino ante ti.
No dejaremos que te pierdas, Siria
como una canción en un desierto.
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