El
niño ciego busca la luz en las manos de su madre
Dame
la luz de tus manos que cruzaré el aire
del patio detrás de un grillo que canta
después te diré en qué patio
nacen mis oscuridades sublimes
mis noches de agua que tienen sílabas amarillas
y alumbran el bosque por donde viajo
a través de la música.
Dame
la lámpara de tus manos
que aún no he encontrado
la puerta de salida
el cielo claro que se
derrama sobre mis párpados
luego me iré solo
y mi alma mirará al infinito.
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