martes, 26 de agosto de 2025

JÓZSEF ATTILA

 

 

Mamá



Desde hace una semana, en mi mamá
sólo pienso, abstraído; en mi mamá.

Con la chirriante cesta a la cintura,
iba siempre al desván en su premura.

Yo era un hombre sincero todavía:
chillaba, pataleaba. Le decía:

deja para otro ese pesado y gran
bulto, mi madre, y llévame al desván.

Sola se iba a tender, calladamente,
sin regañarme, sin mirarme, ausente.

Y las ropas crujían, luminosas,
revoloteando en lo alto, jubilosas.

Aunque para llorar es tarde ya,
sé cuan inmensa eres, mi mamá.

Flota en lo alto su agrisado pelo
y echa su añil en el agua del cielo.

 

 

 

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