XVII.–
Es
rubia: el cabello suelto
Da más luz al ojo moro:
Voy, desde entonces, envuelto
En un torbellino de oro.
Da más luz al ojo moro:
Voy, desde entonces, envuelto
En un torbellino de oro.
La
abeja estival que zumba
Más ágil por la flor nueva,
No dice, como antes, «tumba»:
«Eva» dice: todo es «Eva».
Más ágil por la flor nueva,
No dice, como antes, «tumba»:
«Eva» dice: todo es «Eva».
Bajo,
en lo oscuro, al temido
Raudal de la catarata:
¡Y brilla el iris, tendido
Sobre las hojas de plata!
Raudal de la catarata:
¡Y brilla el iris, tendido
Sobre las hojas de plata!
Miro,
ceñudo, la agreste
Pompa del monte irritado:
¡Y en el alma azul celeste
Brota un jacinto rosado!
Pompa del monte irritado:
¡Y en el alma azul celeste
Brota un jacinto rosado!
Voy,
por el bosque, a paseo
A la laguna vecina:
Y entre las ramas la veo,
Y por el agua camina.
A la laguna vecina:
Y entre las ramas la veo,
Y por el agua camina.
La
serpiente del jardín
Silba, escupe, y se resbala
Por su agujero: el clarín
Me tiende, trinando, el ala.
Silba, escupe, y se resbala
Por su agujero: el clarín
Me tiende, trinando, el ala.
¡Arpa
soy, salterio soy
Donde vibra el Universo:
Vengo del sol, y al sol voy:
Soy el amor: soy el verso!
Donde vibra el Universo:
Vengo del sol, y al sol voy:
Soy el amor: soy el verso!
De “Versos Sencillos”
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