Porque
yo estuve solo…
Porque
yo estuve solo
quiero pensar que tú estuviste sola.
Que no te fuiste, que dormías.
Que me dejaste sin dejarme,
y me necesitabas
para poder estar contenta.
quiero pensar que tú estuviste sola.
Que no te fuiste, que dormías.
Que me dejaste sin dejarme,
y me necesitabas
para poder estar contenta.
De
cualquier modo, he recobrado
mi lugar en el mundo: regresaste,
te volviste accesible.
mi lugar en el mundo: regresaste,
te volviste accesible.
Me
devuelves el tiempo,
el dolor, los caminos, la alegría,
la voz, el cuerpo, el alma,
y la vida y la muerte, y lo que vive
más allá de la muerte.
el dolor, los caminos, la alegría,
la voz, el cuerpo, el alma,
y la vida y la muerte, y lo que vive
más allá de la muerte.
Me
lo devuelves todo
encarcelado en la apariencia
de una mujer, tú misma, a la que amo.
encarcelado en la apariencia
de una mujer, tú misma, a la que amo.
Volviste
poco a poco, despertaste,
y no te sorprendiste
de encontrarme contigo.
y no te sorprendiste
de encontrarme contigo.
Y
casi pude ver el último
peldaño del secreto que subías
al dormir, pues abriste
—muy despacio, muy plácidos— tus ojos
adentro de mis ojos que velaban.
peldaño del secreto que subías
al dormir, pues abriste
—muy despacio, muy plácidos— tus ojos
adentro de mis ojos que velaban.
De “El manto y la corona”
No hay comentarios:
Publicar un comentario