miércoles, 6 de mayo de 2015

LÍBER FALCAO


 

Solo

 

Un día tuve el mar
sobre mi corazón.
Como una lengua fría,
el mar
sobre mi corazón.
Y estaba lejos de ti, madre mía.
Y tú lejos de mí,
navegando en un viento sin banderas.
No había raíces que esperan
debajo de la tierra.
Ni árboles había sobre la tierra.
Y el mar lamía mi corazón,
como una lengua fría.

¡Ah! Sólo mis ojos.
En órbitas de hielo
y sin tener dónde mirar,
girando.

 

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