sábado, 23 de julio de 2016

ELSA LÓPEZ





                          A quienes me dieron su amor a cambio de muy poco.
                                                    A los quince. A la luz y a su mirada.

                                                               A Mario Alcaraz



Te quiero por ser cuerda y tener cinco dedos
y una guitarra abierta a la voz imposible.
Por guardarme secretos.
Por compartir conmigo
aquellos veinte años de lluvia y paraísos
cuando escuchar a Brouwer
era un acto de voluntad heroica.
Ya entonces me invadía esta misma certeza
de acompañarte siempre en la esquina del frío
esperando la hora de que abrieran las puertas
y ascender a lo alto
donde nos alimentaran por igual los acordes.
Te quiero, sobre todo te quiero, porque me has enseñado
a pronunciar el nombre de Ludwig Van Beethoven,
a corregir acentos y a escribir sin dudarlo
el nombre interminable de Johann Kaspart Mertz.


De: "Quince poemas de amor adolescente"



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