Mujer
solitaria cuidando a su madre
Christina Rico González
(Saltillo, Coah.
1980 – Zacatecas, Zac. (-) )
Dicen
que su madre se volvió loca al nacer ella
que
su padre se esfumó entre una nube negra de incertidumbre
e ida
por cigarrillos a la tienda
—¡Ahorita
vengo, no tardo! —dijo y pasaron 25 años
y
nunca volvió
Todavía
es fecha en que ella lo espera
vestida
de niña detrás de la puerta
detrás
del reflejo de su madre
de
toda su amargura
La
locura es un arma silenciosa
Juega
a no querer herir a nadie
más
que al enfermo
pero
es mentira
Es
una bala penetrando
carnes
abriendo heridas
dejando
rastros imperceptibles de sangre
por
aquí y por allá
Un
arma llena de municiones es su madre
y
ella por defender el amor
o por
obligación
deja
pasar su vida anudada siempre al mismo cordel
la
locura de mamá
que
la embrutece bellamente ante los ojos de los vecinos
de
los parientes
de
los que alguna vez la han acechado con pasión
y
luego fueron manchas en la memoria
borrones
imprecisos
Cada
noche su loca madre aulla hacia la luna
y
ella besa el botón entre sus labios
con
los dedos de su mano derecha
Todas
las noches es la misma cosa
la
misma tonada
el
mismo ritual
Una
aulla locura y otra se casa con la almohada
entre
el sudor del “¿y si se enteran los vecinos y los tíos?”
Y el
“¿Qué pensaría mamá de mí?”
Pero
su madre ya no es
sino
el abismo de otra cosa
que
al final de un día cualquiera acabará consumiéndola
también
a ella
No hay comentarios:
Publicar un comentario