viernes, 1 de junio de 2018

GUSTAVO OSORIO DE ITA





Paternitas



I

Y pensar que mi padre me decía marica:
“Ya no salte la cuerda
o le pongo falda”
Hoy brinco
-más alto que nunca-
y el pendejo ese
no aguantaría un round
sobre mi lona.


II

Siempre te recuerdo
diciendo que llorar
era cosa de mujeres, de cobardes.
Hoy nadie en mi esquina,
a diferencia de ti padre,
distingue sudor de lágrimas.
Aquí todos me piensan valiente.


III

Este punto delgado y fino
oculto en su distancia
es terno
cuando en los tres
parapetados minutos eternos
siento caer mi escudo
e imposible franquear su confianza
desisto.
Todo porque el nunca escuchó de ti
ni ha sido tu hijo madre.


IV

De tanto no sentirte y
acabándome a acostumbrar a tus negativas
puedo hoy aguantarlo todo.
Así
gracias a tu cruel indiferencia
no existe un golpe demasiado fuerte
y seré campeón del mundo madre.




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