Sobran las palabras
Por
traidora decidí hoy,
martes
24 de junio,
asesinar
algunas palabras.
Amistad
queda condenada
a
la hoguera, por hereje;
la
horca conviene
a
Amor por ilegible;
no
estaría mal el garrote vil,
por
apóstata, para Solidaridad;
la
guillotina como el rayo,
debe
fulminar a Fraternidad;
Libertad
morirá
lentamente
y con dolor;
la
tortura es su destino;
Igualdad
merece la horca
por
ser prostituta
del
peor burdel;
Esperanza
ha muerto ya;
Fe
padecerá la cámara de gas;
el
suplicio de Tántalo, por inhumana,
se
lo dejo a la palabra Dios.
Fusilaré
sin piedad a Civilización
por
su barbarie;
cicuta
beberá Felicidad.
Queda
la palabra Yo. Para esa,
por
triste, por su atroz soledad,
decreto
la peor de las penas:
vivirá
conmigo hasta
el
final.
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